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Bada Huesca 19 – Viveros Herol Bm. Nava 23

El Bada Huesca agudizó su crisis al caer otra vez en casa, en esta ocasión con el Viveros Herol Nava (19-23) en un partido inexplicable de los oscenses que no dieron una a derechas, lo que aprovechó el equipo segoviano para alzarse con un triunfo fácil con una destacada actuación de su portero Lamariano con un 45 % de paradas.

Comenzó bien el Huesca el partido mandando en el marcador (4-2) aunque los dos equipos tenían muchos problemas a la hora de meter goles, pero poco a poco el conjunto visitante reaccionó y le dio vuelta al marcador (4-6) en el minuto 13, atascándose los locales en ataque, con errores que le penalizaron mucho.

Los nervios se apoderaron del conjunto oscense, que falló ocasiones muy claras aunque pudieron aguantar el resultado sucediéndose los empates (7-7) al no saber aprovechar el Nava las facilidades que le daba su rival que se veías cada vez más agarrotado para realizar cualquier acción en ataque. Al descanso se llegó con empate a diez goles en unos primeros treinta minutos malos de solemnidad donde ambos rivalizaron en errores, falta de ideas, fallos y sin saber qué hacer ni en defensa ni en ataque en ningún momento.

Tras el descanso las cosas fueron todavía peor para el Huesca y desde el comienzo ya fue por debajo en el marcador cometiendo error tras error en acciones incomprensibles tanto en defensa como en ataque. Sin hacer prácticamente nada, el Nava mandó en el marcador y en el juego ante la inoperancia de su rival que cada vez iba a menos y que cada vez les pesaba más el marcador en contra ante la desesperación y la impotencia de todos, y de los aficionados que no daban crédito a lo que veían en la pista.

La segunda parte fue un calvario para el Huesca, que veía como se le escapaba el partido y cómo aumentaba la desventaja (12-17) en el ecuador de la segunda mitad, mientras que el equipo segoviano disfrutó de su renta teniendo en todo momento encarrilado el partido. Los últimos minutos fue un mero trámite para ambos equipos, con la victoria segura para el conjunto segoviano, que tuvo siempre entre cinco y seis goles de ventaja, y con el sufrimiento de los locales que se veían una vez más humillados en su propia pista y ante sus aficionados.