El empate entre Abanca Ademar y Bada Huesca (37-37) deja estancados a los dos equipos, sobre todo a los locales, en sus aspiraciones de reengancharse al tren europeo dadas las victorias de sus rivales directos por el mismo objetivo.
Para el Huesca el empate le dejó un sabor en cierto modo amargo, porque estuvo en disposición de repetir la victoria de la campaña pasada y poder superar en la clasificación a su rival, llegando incluso a desperdiciar una renta que llegó a ser de seis goles (26-32), superado el ecuador de la segunda parte. A pesar de la buena puesta en escena de los locales, el estilo mantenía las mismas señas de identidad de los encuentros a ritmo frenético, con ataques rápidos y donde en esa anarquía Ademar ha encontrado, en ocasiones, su mejor hábitat.
Sin embargo, ya en el duelo anterior en Valladolid el equipo de Manolo Cadenas pagó este desconcierto y, sobre todo, la nula defensa, especialmente personificada en el pivote, con un Iván Montoya que campó a sus anchas ante la endeblez en el centro defensivo. A pesar de ello, la efectividad les permitía a los locales andar con rentas, nunca superiores a los dos goles. Pero en el tramo final, ya con un Almeida, de nuevo convertido en pesadilla para los ademaristas, Huesca fue capaz de obtener idéntica renta, minimizada al descanso, 18-19.
En los primeros minutos de la segunda parte los visitantes lograron ampliar la diferencia hasta los tres goles, obligando a Cadenas a cambiar la portería y dar entrada al griego Papantonopoulos, pero sin que la dinámica variara en exceso pese a los arreones locales. A cada acercamiento de Ademar, contestaba de inmediato el equipo aragonés sin permitir siquiera la igualada, aprovechando la defensa contemplativa y sin ningún tipo de contacto, algo que reclamaba Cadenas en un tiempo muerto cargado de desesperación (26-29).
Superado el ecuador de la segunda mitad Rudoph Hackbarth con dos penas máximas consecutivas y en otra remachada a posteriori, doblaba la distancia (26-32) ante un rival descabezado y en el que, ni tan siquiera la magia Malasinskas era capaz de encontrar resquicios y tampoco la coherencia necesaria en el juego para pensar en la remontada. La desconexión de unos minutos, que pudo ser definitiva, encontró la versión encorajinada de Ademar que, tras un parcial de 3-0, empezó a creer hasta lograr la igualada a poco más de tres minutos para el final y entrarse en un desenlace inesperado e imprevisible.
Los errores y aciertos se sucedieron hasta que Pinto, uno de los destacados en el Huesca, puso por delante a su equipo, Gonzalo Pérez, lo igualaba con un gol un tanto dudoso, que no debió subir al marcador.
FICHA TÉCNICA
37 – Abanca Ademar (18+19): Bomastar (Papantonopoulos); Casqueiro (5), Milosavljevic (4), Malasinskas (1), Santista (5), Kim (1), Gonzalo Pérez (11, 6 p); Zanas Virbauskas (3), Jaime Fernández (2), Boskos (1), Antonio Martínez (2), Semedo (-), Liapis (2).
37 – Bada Huesca (19+18): Almeida (Arguillas); Adrià Pérez (5), Arnau (3), Rodrigo Benites (1), Asier Nieto (2), Pinto (5), Hackbarth (5, 3 p); Montoya (7), Moya (-), Alex Marcelo (4), Gucek (4), Miguel Malo (1), Lamelas (-).
Árbitros: Mendoza Roldán y Visciarelli Lareo. Excluyeron por dos minutos a Semedo, Milosavljevic por Ademar y Gucek por Huesca.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigesimosexta jornada de la Liga Sacyr ASOBAL disputado en el palacio municipal de deportes de León ante 2.145 espectadores.
EFE