Alberto Val acaba se despedia la tarde de ayer como jugador del BM Huesca. Pondrá el punto y final a su etapa como jugador profesional contra el equipo con el que empezó en la élite: el FC Barcelona. Será un partido cargado de emoción. El de Casetas abrochará en Huesca 16 años de profesionalismo y una buena parte de su vida dedicada a este deporte donde ha conocido la miel, la hiel y se muestra seguro de que su futuro más próximo es positivo.
El pivote se marcha para dejar un gran vacío en el vestuario. Así lo han plasmado tanto el directivo Fernando Udina como el entrenador José Francisco Nolasco. Si la veteranía es un grado, la de Val es considerable. Argamasa en la sentina, ejemplar para los más jóvenes y para los veteranos, jugador comprometido de principio a fin -ha llegado a ir en su coche a más de un partido y tras aprobar la oposición de policía local en Binéfar se fue a jugar el amistoso contra el Billiere-, llenar su vacío será lo más difícil.
Se ha despedido en el Palacio de los Deportes con buena parte de la plantilla respaldándole para la foto, aplaudiendo tras sus palabras. Luego se ha cambiado y se ha puesto a entrenar. El Barça llega este miércoles y quiere estar en su adiós desde el 40×20 como si fuera la primera vez.
Val ha leído su despedida. No ha querido olvidarse de nada ni de nadie. Meter en un contenedor 16 temporadas como jugador profesional no es fácil. Al menos, el 6 del Bada Huesca ha pintado en trazado grueso una vida dedicada al balonmano. Rápido repaso a los clubes donde ha estado y esa espina de no haber podido debutar en su día con la selección española. Y, por supuesto, agradecimiento a su familia.
Se marcha seguro de que su espigada figura buscará acomodo en la grada del Palacio de los Deportes y convencido de que el Bada Huesca se quedará esta temporada en la Asobal. Consciente de que este paso en su vida debía llegar se preparó para ello. Y pese a todo sabe que “el cambio será brusco”, porque “aún no soy consciente de esta situación”.
Val tuvo palabras de elogio para el BM Huesca. “El club siempre ha entendido mi situación y siempre me ha ayudado”, dijo. Su respuesta, también fue elogiosa en las cuatro temporadas que han estado unidos. Ni una mala cara en las renovaciones ni un mal gesto por tener pocos minutos o por no entrar en una convocatoria. Un jugador de los que hace vestuario.
Este miércoles, si el FC Barça convoca a Víctor Tomás con el que coincidió Alberto Val, y que también ha anunciado que esta es su última temporada, el partido tiene otro aliciente para una gran respuesta de la grada con el fin de despedir a dos grandes del balonmano español.
Se marcha del balonmano profesional, pero no de este deporte. El de Casetas sigue ligado con la base, con el equipo de su pueblo con el que empezó cuando tenía 6 años. Siempre que su trabajo se lo permita estará allí, echando una mano, enseñando todo lo que sabe.