Fabricio de Souza llegaba a Huesca el pasado miércoles por la noche tras más de treinta horas de viaje. Tras un tiempo para poder descansar, el jueves por la tarde, el brasileño se unía a sus compañeros en el entrenamiento de la tarde en una primera toma de contacto. El pivote llega como refuerzo invernal, firmando lo que resta de temporada y dos temporadas más en las filas del Bada Huesca.
Fabricio asegura estar muy feliz de llegar a una ciudad como Huesca, de la que ya le habían dado buenas referencias otros compañeros que ya han pasado por la ciudad, como Rodrigo Benites, Henrique Teixeira o Leo Terçariol. Además de ello, asegura que otro buen motivo es que ve en el Bada Huesca “un gran equipo con tradición”.
A nivel personal, confiesa que está “dispuesto a aportar todo su esfuerzo y dedicación” y que “ayudará al equipo de la mejor forma posible”. De Souza es consciente de las necesidades, especialmente defensivamente y espera aportar un “impacto positivo”.
Esta será su primera experiencia europea y cuenta que internacionalmente su principal experiencia fue un mundial juvenil con Brasil. Ahora espera hacerse un hueco en el balonmano español, y espera hacerlo bien en Huesca para poder estar aquí tiempo y que eso le pueda abrir puertas a futuro.